¿Habemus graduación?

Noelia Silvosa

La graduación de esta promoción no está exenta de polémica. Comenzó como suele hacerlo, con el tradicional desbarajuste que supone el que los propios alumnos tengan que organizarse en grupos para acudir al acto, pero el tema no termina aquí. Dos de ellos la tenían prevista los días 23 y 24 de junio, sin embargo el vicerrectorado acaba de caer en la cuenta de que no es posible debido a que es fiesta y las puertas de la Facultad permanecerán cerradas.  Más vale tarde que nunca, si no fuese porque el mismo organismo ya hacía una semana que había transmitido al alumnado que las fechas eran inamovibles y se les instó a adquirir sus respectivos billetes de avión. No es difícil imaginar el enfado general que derivó de tal revelación. No obstante, el peso del mismo se desplomó sobre los alumnos portavoces, los cuales ya tenían suficiente con la organización del evento y la transmisión de las decisiones del vicerrectorado. Por supuesto, dicho organismo universitario no dio la cara en ningún momento ni facilitó circular informativa alguna al respecto presentando sus disculpas. Familias que vendrán a Madrid de otros países y de todos los puntos de la geografía nacional han visto como sus billetes se quedaban obsoletos y tendrán que adquirir otros nuevos o bien acarrear con los costes de modificación de la fecha, que no están al alcance de todos los bolsillos, sobre todo teniendo en cuenta que en la mayor parte de los casos viajarán los tres invitados que posibilita la asistencia al acto.

Las últimas noticias apuntan a que la decisión ahora se encuentra entre el 30 de junio y el 1 de julio. Qué disparate. ¿Es que acaso en quinto de carrera no se hacen prácticas durante el verano? ¿Cómo pretenden que estén los procedentes de otros lugares el día 1 en la graduación y en su puesto de trabajo al mismo tiempo? Otro de los muchos ejemplos de la importancia que esta Facultad le da a las circunstancias que acarrea el venir de lejos. Por supuesto, los sábados y domingos están descartados. Como si estuviera la situación como para que todos los familiares pidan días en pos de la dichosa graduación. ¿Hay ganas de celebrarla? Con este panorama, se las quitan a cualquiera.

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